A todos mis amigos, seguidores, subscriptores, patrocinadores y a todos lo que hacen posible que el Mundo Mágico crezca día a dia, sean de la religión y credo que sean, les quiero decir que los abrazo muy fuerte a la distancia y les deseo que pasen una noche de navidad con mucho amor y con las personas que más quieren ¡Los quiero mucho! Su amiga Anna Azuara –
El simbolismo de la Navidad Azteca
El 24 de diciembre es conocido en todo el mundo como la fiesta de la Navidad, una noche donde se celebra en familia, alrededor de una mesa con comidas típicas de la estación, brindando entre copas la llegada de las 00 horas. Esta fecha más allá de permitirnos recordar el nacimiento de Jesús también nos vale del recuerdo de la conversión de los paganos al cristianismo, religión que con el tiempo se hizo oficial en el siglo IV d.n.e.
Particularmente en México el festejo de la navidad comenzó a estar vinculada con el nacimiento del Huitzilopochtli, dios de la guerra o niño Sol, en fechas similares al nacimiento de Jesús. Huitzilopochtli era una de las deidades más importantes para la cultura Mexica (Azteca) en cuyos primeros días de fiestas se celebraban las llamas Panquetzaliztli, una serie de ceremonias destinadas a homenajear su nacimiento el 21 de diciembre.
Para ello, los aztecas realizaban grandes banquetes y bailes en honor a su dios, recorriendo casa por casa obsequiando a los invitados comidas y estatuillas hechas de maíz azul, puesto que el 24 de diciembre era el día en que el sol resurgía del solsticio de invierno.
El investigador Germán Andrade Labastida descubrió en 1942 que los aztecas celebraban con toda pompa el nacimiento de Huitzilopochtli (conocido también como “colibrí del sur” o “colibrí izquierdo”). “Esta ceremonia era precisamente en la época de Navidad, por la noche y al día siguiente habían fiestas en todas las casas, donde se obsequiaba a los invitados suculenta comida y unas estatuillas o ídolos pequeños hechos de maíz azul, tostado y molido, mezclado con miel negra de maguey”, detalló el experto.
Otros historiadores señalan que la primera navidad fue celebrada en 1526 a partir del contacto que mantuvo Fray Pedro de Gante, un misionero franciscano, con el rey Carlos V donde le confiesa que los españoles realizaban celebraciones divinas con los nativos del nuevo mundo. Es entonces que, valiéndose de esa comunicación, se comienza celebrar la navidad con matices cristianos y un gran espíritu religioso en tierras nativas.
En sus memoriales escritos en 1541, Fray Toribio de Motolinía narró que para las celebraciones navideñas, los indígenas adornaban las iglesias con flores y hierbas; esparcían juncia en el piso, hacían su entrada bailando y cantando y cada uno llevaba un ramo de flores en la mano. En el siglo XVIII, las celebraciones tomaron más fuerza en los barrios y en las casas y la música religiosa fue sustituida por el canto popular. Entre villancicos, piñatas y celebración, las posadas forman parte del espíritu ancestral de la cultura mexicana.
Es así como los días de Huiztilopochtli se volvieron en paralelo los días de Jesús y durante la época colonial, al igual que en la época prehispánica, la navidad se tornó una celebración a nivel mundial, donde lo primordial siempre fue la cuestión divina, las grandes mesas de banquetes y el encuentro de una misma comunidad.
Espero que estas navidades podamos todos reunirnos aunque sea a la distancia para celebrar y recordar juntos a nuestros padres ancestrales ¡¡Los abrazo y les dejo una muy Feliz Navidad a todos ustedes que son mis hermanos!!
Fuente: Francisco Emilio Piñeda –http://www.travelbymexico.com